Delux en la noche que me dio Nostalgia y vida el Metropólitan

Hay noches que, aunque pasan, se quedan grabadas en la memoria. Así fue el pasado 13 de septiembre de 2024 en el Teatro Metropólitan, cuando Delux subió al escenario para reconectar con sus raíces y con el público que los ha acompañado desde sus inicios. Fue un concierto donde cada acorde evocaba un recuerdo, y cada letra nos transportaba a otros tiempos, cuando la vida se medía en discos y conciertos.

Delux en un gran cierre de concierto en el Teatro Metropolitan

La banda tijuanense comenzó la velada con sus éxitos de siempre, como “Déjalo Bailar” y “Rompe Mi Mente”, desatando un torrente de emociones en la audiencia, que no dejó de corear ni un solo verso. La noche continuó con invitados especiales que se unieron para dar un toque aún más íntimo y único. Entre ellos, el cantautor Dromedarios Mágicos sorprendió al público con una colaboración especial, fusionando su estilo folk con el pop punk característico de Delux. La mezcla resultó en versiones nostálgicas que resonaron de una manera inesperada y profundamente emotiva.

A medida que avanzaba el concierto, las sorpresas no cesaron: el baterista de Chingadazo de Kung Fu se sumó para darle nueva vida a canciones como “Clases del Diablo”, y la energía se disparó aún más con la interpretación de “Infatuación” y “Bésame”. Sin embargo, lo que marcó la esencia de la noche fue la conexión palpable entre la banda y sus fans. Una conexión que traspasó lo musical para convertirse en un viaje al pasado, recordando los inicios de Delux y aquellos tiempos de locura

El momento más emotivo llegó hacia el final del concierto, cuando los fans iluminaron el Metropólitan con las luces de sus celulares, creando un mar de pequeños reflectores que acompañaron las últimas canciones como “To Live & Die TJ” y “Ardiendo Lento”. El resplandor de las luces se proyectó sobre la banda, envolviéndolos en un brillo único que dejó claro que Delux sigue siendo un referente en la escena del rock mexicano. Una muestra de que la música, cuando nace del corazón, nunca deja de resonar.